lunes, 3 de junio de 2013

Por qué nos enfermamos?

Cuando el desánimo, el resentimiento, la frustración y la falta de Amor por ti mismo/a aparecen en tu vida, también aparecen las enfermedades.

Lo primero y más importante es empezar un proceso de auto aceptación de uno mismo y de sus circunstancias. Enfermamos porque nos desconectamos de la fuente que da la energía a todos los seres vivos del Universo y que nos da todo lo que necesitamos.

Al actuar en contra de nuestros sentimientos, el cuerpo lo percibe como un ataque, cuando no atendemos a nuestras necesidades vitales también lo percibe como otro ataque.

Y cuando nos llenamos de odio, resentimientos, dudas y miedos nos hacemos continuos ataques. Convirtiéndonos en enemigos de nosotros mismos.

Así una y otra vez vamos recorriendo la vida, pero en esos estados el cuerpo enferma sin lugar a dudas.
La enfermedad es un aviso maravilloso que nos da el cuerpo de que lo estamos maltratando….¡y aguanta tanto!…

Todas o casi todas las enfermedades tienen su raíz en un problema emocional no resuelto en la persona.
La buena noticia es que podemos aprender a no enfermar y si ya estamos enfermos a curarnos a nosotros mismos, todos tenemos la capacidad de contribuir a nuestra propia curación.

Podemos hacerlo cambiando nuestros modelos de pensamientos, pues cambiando lo que pensamos cambiarán nuestros actos y como consecuencia cambiaran nuestros sentimientos hacia sentimientos más puros, de más amor lo que llevara a tener más energía y menos toxicidad en nuestro cuerpo.

Ya que los pensamientos que nos perjudican son toxinas para el cuerpo. Si aprendemos a interpretar con exactitud nuestras emociones podremos tomar las decisiones adecuadas en cada momento.

Abandonando la esclavitud de la falta de control mental caminaremos hacia una vida de libertad, pues dejaremos de estar sujetos a las restricciones de los pensamientos.

Para curarnos hemos de equilibrar nuestro cuerpo, mente y espíritu, ya que aunque es en el cuerpo donde se manifiesta el problema, es en el espíritu donde está la semilla del problema, que se encarga la mente cuidadosamente de desarrollar a través de los pensamientos inadecuados.

Si tenemos una fuerte conexión con nuestro ser interior, unos pensamientos sanos y constructivos, además de cuidar de forma saludable nuestro cuerpo, estaremos sanos.

Cuando hay equilibrio entre las tres partes que nos forman, sentimos la alegría de vivir que es lo normal entre los seres vivos del Universo y nosotros no somos una excepción.

Si no cambias mentalmente frente a una actitud que te ha hecho enfermar, ni el mejor médico del mundo te podrá curar.

El Resentimiento es una de las emociones que más enfermedades produce junto con el miedo.
Pero la densidad del resentimiento podemos cambiarla con el sentimiento del perdón, el perdón a nosotros mismos la mayor parte de la veces y luego a los demás.

El perdón beneficia al que lo da, no es para el que lo recibe ya que la carga emocional negativa la lleva el que no perdona.

El Miedo es un cierre a la entrada de energía a nuestro ser, es oponerte a vivir, es cerrarte a la experiencia que supone tener una vida con ilusiones aunque tengas que correr riesgos, no se puede tener miedo a vivir.

¿Por qué entonces te pierdes lo mejor de la vida, que es crecer?… Si no experimentas, por miedo a fracasar, nunca sabrás si hubieras tenido éxito y tu vida se convertirá en un cúmulo de frustraciones.

El miedo es sobre todo desconfianza, de ti mismo y de que el Universo no te dé cosas buenas, siempre te da lo que necesitas en cada momento. Porque tú eres el que crea el Universo cada día.

Es falta de fe en que tú te mereces lo mejor, tenemos miedo porque en el fondo esperamos lo peor.
Si perdonas y te liberas de los miedos, te podrás curar casi de cualquier cosa.

Las palabras y los pensamientos que has tenido y pronunciado hasta el día de hoy son los que te han puesto en tu situación actual física y emocional.

Hagamos un esfuerzo que merece la pena, recuperemos toda la Alegría y el Amor que traíamos al nacer, entonces éramos importantes y nos sentíamos el centro del mundo.

Los bebés son osados, piden lo que necesitan y expresan lo que sienten. Haz tú lo mismo. Recuerda que una vez hace mucho lo hacías.

Eres un ser perfecto: sólo tienes que querer recordarlo.

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