Propiedades

Además de tener un alto valor proteínico, la chía, tras ser consumida, es de fácil digestión y asimilación, lo que asegura que es fácilmente absorbida por el organismo, aprovechando sus proteínas y demás nutrientes en los diferentes tejidos y células de nuestro cuerpo. Por otra parte, el agua y metanol que también contiene le otorgan propiedades antioxidantes, de gran utilidad para evitar la oxidación celular y prevenir diversas enfermedades gracias a su efecto antiinflamatorio.
Como decíamos, la chía es una fuente generosa de ácidos grasos omega 3 y omega 6, de hecho, es la fuente de origen vegetal con mayor concretración de los mismos. Gracias a su alto contenido en fibra soluble, consumir semillas de chía facilita el tránsito intestinal actuando como laxante natural, lo que le confiere ciertas propiedades como protector de enfermedades como la diverticulosis, el estreñimiento y, en última instancia, el cáncer de colon. Por si fuera poco, la chía no tiene gluten, por lo que se trata de un alimento apto para celíacos.
A diferencia de otros alimentos ricos en omega 3 y 6, la semilla de chía puede ser almacenada en nuestra despensa durante largo tiempo sin que esta circunstancia afecte a su aroma, sabor o valía nutricional.
Usos
Existen muchas recetas que incluyen a la semilla de chía como ingrediente. En general, se emplea para hacer que los alimentos aumenten su consistencia, al tiempo que reducen su valor calórico como sustitutivo de otros más calóricos, propiciando una sensación de saciedad.¿Semillas de chía para adelgazar?
Como decíamos anteriormente, la chía, al contener un elevado porcentaje de fibra, absorbe mucha agua, lo que concede cierta sensanción de saciedad y mejora de la digestión. Esto genera un estímulo cerebral que redunda en una disminución del apetito y genera una sensación de plenitud. Asimismo, fomenta la depuración de toxinas y otros residuos del cuerpo.Por otra parte, la chía es adecuada para adelgazar gracias a su alto contenido en ácidos grasos saturados, los cuales ayudan a combatir el colesterol LDL (el “malo”) y a optimizar la síntesis del colesterol HDL (el “bueno”), originando una mejor degradación de la grasa corporal acumulada y transformando a esta última en una fuente aprovechable de energía para el organismo.
Para quien desee bajar de peso, se recomienda añadir semillas de chía en su dieta, por ejemplo, como complemento de yogures sin azúcar, zumos de frutas o batidos. También puede incluirse como condimento en purés y ensaladas.
Dicho todo esto, es errónea la corriente que afirma que las semillas de chía engordan. Todo lo contrario, sus calorías son meramente insignificantes por porción. Obviamente, todo exceso se paga; pero una correcta y medida inclusión de la chía en nuestra dieta no debería afectar en demasía, sino que ayudaría de forma positiva a perder peso.
Cómo consumir las semillas de chía
La mejor manera de tomar semillas de chía es de forma natural, es decir, remojar las semillas en agua, en un vaso o pequeño cuenco, media hora antes de comer. De igual forma, la chía puede ingerirse en forma de pastillas, cápsulas, harina y aceites, de venta en diferentes supermercados y centros de dietética especializados, a bajo coste.Las semillas de chía pueden ser consumidas sin importar la edad del sujeto en cuestión. En cuanto a dosis recomendadas, para quien goce de un buen estado de salud y guste consumir las semillas como complemento nutricional, se recomiendan 5 gramos diarios. En cambio, para tratar ciertas complicaciones de colesterol y triglicéridos, lo mejor es elevar la ingestar hasta consumir 25 gramos al día.
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