viernes, 9 de agosto de 2013

¿Porqué la Alimentación, la Salud y la Espiritualidad van de la mano?

Gracias a la información que circula hoy en día, cada vez nos resulta más clara la estrecha correspondencia entre alimentación y salud, incluso cuando en la práctica nos cueste llevar a cabo una dieta sana. Pero el vínculo entre alimentación y espiritualidad no es tan obvio, menos aun si agregamos la mente a la ecuación. En este y en los próximos números vamos a tratar de esclarecer esta misteriosa pero innegable correspondencia.

 

Parece nuevo pero no lo es: desde los tiempos de la Grecia y Roma clásicas, el concepto de dieta iba mucho más allá de una noción exclusivamente alimenticia. La dietética era una de las bases de la medicina, tanto en su versión preventiva como curativa. “Mens sana in corpore sano”, la popular frase de la medicina romana (heredera del conocimiento médico helenístico) a su vez da cuenta del vínculo entre el cuerpo, la salud y la mente.
Saliendo de la cuna de nuestra civilización -más al Este y mucho más atrás en el tiempo- encontramos en India al Ayurveda o “ciencia de la vida” (en sánscrito “Yajur” significa vida y "Veda" conocimiento). Esta porción de los Vedas tiene más de 5000 años de antigüedad y es considerada no sólo como un sistema médico sino como un sistema holístico que integra mente, cuerpo y espíritu. Tal es así que fue formalmente reconocido en 1978 por la Organización Mundial de la Salud.
 Los Gunas o cualidades


El Ayurveda define tres Gunas o modalidades que permean la creación entera, incluyendo al ser humano. Todos los objetos en el universo están formados por varias combinaciones de los tres gunas. Estos nos ayudan a comprender nuestra naturaleza corporal, mental y espiritual, y su funcionamiento:



SATTVA EQUILIBRIO, PUREZA Crea armonía, estabilidad y es de naturaleza liviana y luminosa. Posee un movimiento interno ascendente que causa el despertar del alma. Sattva provee felicidad y satisfacción duraderas. Es el principio de la claridad, amplitud y paz. En el ser humano se manifiesta como la pureza de pensamiento, palabra y acción (las virtudes) la salud, la alegría, la claridad y la inteligencia.

RAJAS ACTIVIDAD, PASIÓN. Es la cualidad del cambio y la turbulencia. Posee un movimiento externo y conduce a la fragmentación. A corto plazo es estimulante y placentero, pero debido a su naturaleza perturbadora intrínseca, rápidamente se convierte en dolor y sufrimiento. Es la fuerza de la pasión que causa aflicción y conflicto. En el ser humano, la personalidad con predominancia rajásica tiende a estar en constante actividad y presenta una tendencia hacia las pasiones fuertes e incontrolables. La mente es inquieta, ansiosa, inestable.
 
TAMAS INERCIA, IGNORANCIA. Es la cualidad de la oscuridad y aletargamiento. Es pesada y funciona como una fuerza de gravedad que retarda las cosas y mantiene la forma limitada y específica. Posee un movimiento descendente que produce decaimiento y desintegración. Tamas causa ignorancia y delirio en la mente y promueve la insensibilidad, el sueño y la pérdida de conciencia. Es el principio de lo material y la inconsciencia que coloca un velo sobre la realidad. La tendencia a la inercia, el desgano y la confusión es la característica de este tipo de personalidades. De las tres, es la cualidad más densa a nivel energético, y la primera a disminuir para el trabajo espiritual.
El capítulo 17 del Bhagavad Gita define la naturaleza y sabores de los tres tipos de comida que el hombre consume: la que estimula el amor, la virtud, la fuerza, la felicidad y la cordialidad es Sátvica; la que inflama, altera, y aumenta el hambre y la sed es Rajásica; la que deprime, desorganiza, e intoxica es Tamásica.
La comida que el hombre consume en la actualidad es esencialmente rajásica y tamásica. Esta es la razón por la cual existe la crueldad y la inquietud en la mente de los hombres. Su salud física es demasiado pobre. La comida determina el guna, el guna busca la comida análoga a él; de esta manera se mueve el círculo vicioso”, afirma Sai Baba.
Para cualquier síntoma que esté relacionado con Rajas o Tamas –sea mental, emocional o corporal- la dieta sátvica es la cura.
Además, los alimentos que ingerimos deben estar libres de sutiles negatividades irradiadas por las personas que los cocinan y que los sirven. La compañía de la mesa también es importante. Todo esto tiene que ser observado cuidadosamente, más aun por los aspirantes espirituales. Según Sathya Sai Baba, el remedio para contrarrestar estos aspectos que no manejamos (sobre todo en un restaurante) es simple: “Ofrezcan a Dios el alimento que van a consumir; esto lo convertirá en puro y potente.”



Los alimentos y los gunas

Rajásicos:Todo alimento con energía excitante que inflama tanto a los órganos del cuerpo como a las emociones y a la mente. La comida muy salada, muy condimentada o muy ácida y olorosa. El café, té y mate, la sal, las cebollas, pimentones y chilis, las frituras y la carne. “El alimento rajásico genera pensamientos violentos. La comida no vegetariana no sólo afecta el cuerpo del hombre, sino que también tiene efectos nocivos sobre la mente. Es cruel matar animales inocentes para llenar nuestros estómagos. Dios está en cada criatura, por lo tanto, ¿cómo pueden causar semejante dolor? Los animales no vinieron con el propósito de suministrar alimento a los seres humanos, sino para llevar a cabo sus propias vidas en el mundo”, sostiene Sai Baba.

Tamásicos: Todo alimento con energía disipadora que promueve la oscuridad en el discernimiento y el letargo. Son tamásicos los alimentos altamente procesados, refinados, enlatados, con mucha fermentación o que estén sobrecocidos o pasados. El alcohol, el azúcar refinada, la leche (por el tratamiento que recibe en la actualidad), harinas blancas, los conservantes, los quesos, en especial los duros, el pollo y el pescado. “Los pensamientos bajos vienen del pescado. El pescado es comida tamásica. También debe evitarse la comida con demasiada grasa y almidón, que es tamásica en sus efectos sobre el cuerpo”, aconseja Sai Baba

Sátvicos: Incrementan la energía mental y producen alegría, serenidad y claridad. Este tipo de alimentos son los más recomendados para lograr una buena salud y un equilibrio energético y mental. Son frescos, jugosos, nutritivos y gustosos. Cereales integrales, legumbres, verduras y frutas son a grandes rasgos los alimentos con esta cualidad (ver tabla). “Los ejercicios espirituales (sadhana) no darán resultado a menos que modifiquen sus hábitos de comida. Las personas de todas las épocas y de todas las regiones deberían hacer lo posible por comer alimento sátvico. La comida rajásica y la tamásica esclaviza a la mente”, advierte Sathya Sai Baba.


La dieta sátvica no termina en la alimentación

El concepto de dieta no se restringe a los alimentos: lo que se consume por la boca no es lo único que deja impresiones en el cuerpo y en la mente. Los otros órganos de los sentidos como los ojos, oídos, tacto y nariz, también son afectados por el mundo externo. “Todo lo que comen, todo lo que ven, todo lo que escuchan, todo lo que ingieren a través de los sentidos, deja una huella en su salud y en su mente”, asegura Sai Baba. “El cuerpo es el vehículo que utilizan para lograr el estado de Bienaventuranza; por lo tanto, deben mantenerlo ileso y fuerte para lograr ese alto propósito. Aunque el cuerpo humano es impermanente, debe cuidarse bien porque abriga al Atma divino. El cuerpo y la mente están íntimamente entrelazados y son vitales para la evolución. Un hombre completo es aquél que tiene tanto una mente pura como un cuerpo sano.”
Sátvico es el aire puro que respiramos, la visión pura, los sonidos –música y palabras- y los objetos puros que tocamos.El lugar donde uno pasa su vida también tiene influencias sutiles en el carácter y en los ideales. El satsang o la buena compañía es de suprema importancia.
Todo esto es indispensable para lograr la pureza no solo del cuerpo sino de la mente, dado que su rol es clave en las enfermedades: “Permanezcan en el mundo y cumplan con sus deberes, pero no permitan que las preocupaciones invadan sus mentes y hagan sus cuerpos susceptibles a toda clase de enfermedades. Consideren al cuerpo como un instrumento. Para conservarlo en buenas condiciones, deben regular su alimentación y otros hábitos”, aconseja Sai Baba. “La pureza de la mente puede y debe ser complementada por la pureza del cuerpo y por la pureza de una importante función, el habla. Si quieren ser felices, practiquen la pureza en todos estos ámbitos. Ese es el verdadero ejercicio espiritual, físico, mental y vocal.”




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Tabla de alimentos para una dieta sana

Cereales integrales en grano como el arroz yamaní o moti, trigo (pan integral, trigo candeal, burgol o sarraceno), avena, cebada, centeno, maíz (polenta), mijo y quinoa entre otros. Lo deseable es que lleguen a constituir entre el 40 y el 70% del volumen diario.
Legumbres: Para lograr reunir a los ocho aminoácidos de la proteína animal, estas deben ser consumidas al mismo tiempo que los cereales. Lentejas, porotos aduki, porotos negros, poroto pinto o rojo, tape, garbanzos, porotos de soja etc. De esta última suelen ser más digeribles sus derivados (milanesa, tofu, leche, etc.) o sus brotes. Se recomienda comer legumbres junto con algas marinas (hiziki, kombu, nori, etc.) no solo por la cantidad de vitaminas y minerales que aportan estos vegetales marinos, sino para evitar flatulencias. Un 10% diario de legumbres en una dieta standard es suficiente.
Verduras: preferentemente regionales y de estación. Lo ideal es que lleguen a cubrir entre un 20 y 40% del volumen diario y que su consumo se aumente en verano.
Frutas: de estación y regionales. Frescas y secas (nueces, almendras, etc.). Los dátiles son altamente nutritivos.
Brotes germinados: Especialmente recomendados por su extraordinaria potencia. Pueden ser de alfalfa, de soja, de lenteja, etc.
Bebidas: Agua, jugo de frutas frescas recién exprimidos y no muy ácidos, y té de hierbas.
Condimentos:
Salados: sal marina o rosada. La refinación, además de generar una severa intoxicación de cloruro de sodio, priva al organismo de minerales claves. Algas marinas (depuradoras, estimulan el metabolismo, regularizan la función intestinal, reducen los niveles de azúcar, colesterol y presión sanguínea), gomasio (sésamo tostado con sal marina machacados en mortero). Semillas de chía (el producto vegetal con mayor concentración del ácido graso esencial alfalinolénico u omega 3), semillas de girasol y lino, aceites de primera presión en frío.
Dulces: miel y sus derivados, mermeladas sin azúcar ni aditivos, y azúcar integral. Ghee (manteca clarificada)

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Advertencia: Los productos lácteos como la leche, la mantequilla, el queso y el yogur siempre han sido parte de la dieta ayurvédica. Sin embargo, la industria lechera moderna maltrata a los animales y añade hormonas y antibióticos a los productos lácteos, que los hace cancerígenos entre otras cosas. Sugerimos en la medida de lo posible la alternativa vegetariana, que cubre todas las necesidades físicas y energéticas del ser humano. Si a pesar de todo se desea consumir productos lácteos, hacerlo con moderación y prefiriendo los productos con menos grasa, como los quesos blandos descremados.

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