La paz, en el sentido de ausencia de guerra, tiene poco valor para alguien que se está muriendo de o hambre o de frío. La paz no conseguirá anular el dolor de la tortura infligida a un preso de conciencia. No reconfrontará a aquellos que han perdidoa sus seres queridos en las inundaciones provocadas por una descabellada deforestación en un país vecino. La paz sólo puede perdurar allá donde los derechos humanos sean respetados, donde la gente esté alimentada, y donde las naciones y los individuos sean libres. La verdadera paz con uno mismo y con quienes nos rodean sólo puede ser alcanzada por medio de la paz mental. Los otros fenómenos mencionados guardan una interrelación similar.
-Discurso de aceptación del premio Nobel, 1989
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